¿Qué prefieres: Tener el mejor coche o ser el mejor piloto?

 

Invierte en ti como persona antes que como profesional

 

“No puede haber desarrollo profesional, si no hay desarrollo personal.”

Antonio del Hoyo, empresario y fundador de Business Up System

 

Esta frase de mi amigo y mentor Antonio del Hoyo, ilustra perfectamente una verdad ignorada una y otra vez en el mundo del desarrollo organizacional, en el cual se pretende elevar el nivel de desempeño de los profesionales de los diversos departamentos, desde la dirección gerencia hasta la base de la organización, capacitándolos a través de la adquisición de habilidades de liderazgo, gestión de recursos técnicos y/o humanos, venta, negociación y resolución de conflictos, asertividad, etc, sin antes haber alineado a la persona consigo misma, o sea: Construir un sistema de creencias potenciadoras -y no limitantes- de sus capacidades, alineando sus talentos innatos con sus valores, Misión y Visión dentro de la organización.

Esto mismo sucede dentro del entorno de la microempresa y el emprendimiento; en otras palabras, como reza el dicho popular, “estamos colocando el carro delante del caballo.”

 

 

Las consecuencias de este modo de proceder no tardan en hacerse evidentes… Después de haber invertido tiempo y dinero en el desarrollo de las habilidades profesionales de los socios y empleados, con grandes expectativas de ver incrementado el nivel de desempeño y consecuentemente la cuenta de resultados de la empresa, éstos no terminan de rendir como se esperaba, los resultados previstos no llegan o bien no se consolidan en el tiempo, los problemas detectados y aparentemente solucionados se presentan de nuevo, bajo otra forma y por donde no se esperaba que aparecieran, y la mediocridad -entendida como rendimiento por debajo del 100% de la capacidad real de cada empleado y de la organización en su conjunto- sigue imperando, eso sí, suavizada, en el seno de la organización, reflejándose en el posicionamiento de mercado y la cuenta de resultados de la empresa; y de nuevo, esto mismo se puede aplicar a la microempresa y a los diversos ecosistemas de emprendimiento.

 

 

La causa de estos desalentadores resultados hemos de buscarla dentro de la propia persona, pues todos somos personas antes que profesionales, y toda organización está formada en primer lugar por personas, antes que por máquinas y sistemas informáticos.

Como un Sísifo contemporáneo, el profesional actual empuja montaña arriba la pesada roca de sus creencias limitantes y conflictos internos no resueltos, para al llegar a la cima del éxito que el entorno le exige, ver como ésta se le escapa de las manos rodando montaña abajo para de ver tener que empujarla cuesta arriba, clara metáfora basada en el antiguo pero vigente mito griego, que expone la desalentadora realidad a la que nos enfrentamos cada día en las organizaciones.

 

 

Siguiendo esta línea, Tim Gallwey, psicólogo deportivo y entrenador de tenis estadounidense, fundador del Coaching contemporáneo, planteó la siguiente tesis en su best seller El juego interior del tenis, buscando exponer a la vez que resolver, el inconveniente conflicto interior impera en la vida de tantas personas:

 

Siempre hay un juego interior que se está jugando en su mente, independiente del juego exterior que usted está jugando. El nivel de conciencia que usted tenga de este juego, puede hacer toda la diferencia entre el éxito y el fracaso en el juego exterior.”

 

Haz click en este enlace y lee el artículo completo sobre el Juego Interior:

El Juego Interior del Éxito

 

Si bien en un principio él planteó la tesis del juego interior en el ámbito del tenis y por ende del deporte en general, tanto a nivel aficionado como profesional, éste se ha estado aplicando también en el entorno del desarrollo personal y organizacional, desde que en 1979 John Whitmore, seguidor de los principios del juego interior, fundara en Londres una academia para directivos que él bautizó como The Inner Game, invitando a Tim Gallwey a formar parte de este innovador proyecto educativo, para enseñar en ella a los ejecutivos más influyentes de las principales empresas del Reino Unido, estos preceptos y como aplicarlos a la dirección y gestión de las empresas más importantes del país; este hito fue el inicio de la introducción del Coaching en el entorno de la empresa. En palabras del propio Gallwey:

 

“Descubrir y explorar el potencial que encierra el cuerpo humano, desarrollando las habilidades interiores necesarias, sin las cuales el alto rendimiento es imposible, para después aplicar esas mismas habilidades a cualquier otra cosa que se quiera hacer en la vida.”

 

 

¡La clave reside en aprender a ganar el Juego Interior en cada uno de nosotros!Siguiendo con las enseñanzas y conclusiones de este autor, cada uno de nosotros somos el principal obstáculo para el logro de nuestros objetivos, en un grado de responsabilidad mucho mayor que el representado por las circunstancias y las acciones de las personas que interactúan en nuestro entorno. Otros autores anteriores a él, como el brillante psicólogo suizo Carl Gustav Jung, ya hicieron hincapié en este aspecto.

Sigue estos enlaces y aprende sobre cómo tú mismo colocas piedras en tu camino hacia el éxito sin ser consciente de ello:

 

¿Quién es tu gran adversario? 1ª parte

¿Quién es tu gran adversario?, 2ª parte

 

Llegados a este punto, te planteo de nuevo la pregunta en forma de metáfora con la cual titulo este artículo; (si fueras, por ejemplo, un piloto profesional de rallyes), ¿qué preferirías?: ¿Disponer del mejor coche, o ser el mejor piloto, para del mejor modo competir y ganar la carrera?

Un ejemplo de la vida real, que responde sin duda a esta pregunta, es Carlos Sáinz, considerado el mejor piloto español de rallyes hasta el momento y conocido en el entorno del Mundial de Rallyes como el Matador, un profesional de la alta competición que corrió para varias de las escuderías más importantes del mundo, logrando un palmares excepcional y que ningún otro piloto ha podido igualar hasta el día de hoy, y que se ha distinguido una y otra vez compitiendo en las circunstancias más difíciles, en una trayectoria en la que disputó el premio al ganador en los circuitos más exigentes y peligrosos, enfrentándose en numerosas ocasiones con los problemas mecánicos de los coches que pilotaba.

Su actitud de permanente búsqueda de los mejores resultados, tanto en la calidad de su pilotaje como en el rendimiento de sus coches, inasequible al desaliento ante los reveses que habían obligado a retirarse antes de tiempo a otros pilotos, ha marcado la diferencia.

 

 

 

Siguiendo con esta metáfora, y llevándola hasta el final para aplicarla a tu vida, si deseas ganar la competición más importante de todas, la que representa el verdadero éxito en tu vida personal y profesional, prepárate a fondo y disponte a disfrutar de las mieles del mejor de todos los éxitos: Convertirte en la mejor versión de ti mismo.

Para conseguirlo comienza por leer estos dos artículos:

¿Quieres tener éxito? ¡Sé auténtico!

¿Te gustaría descubrir tus mejores talentos y capacidades?

 

Manuel Marques Robles

Coach y Mentor del Camino del Héroe

 

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