El verdadero emprendimiento sigue impulsando a la sociedad
Antiguamente, cuando un rey moría y era entronizado un nuevo rey, se pronunciaba la siguiente frase ritual: ”¡El rey ha muerto, viva el rey!”
Con ello esperaban que el sucesor recién subido al trono sería mejor soberano y gobernante que el anterior; este es precisamente el sentido del parafraseado que figura como título en este nuevo artículo sobre el emprendimiento; desear que a partir de ahora emprender se convierta en una actividad más seria y responsable, alejada de la superficialidad, el afán de lucimiento y lucro desmedido, y en definitiva, el oportunismo y el circo mediático que lo han acompañado a lo largo de estos últimos años.
Emprender ha sido una actividad fundamental del ser humano a lo largo de historia sobre la Tierra. Desde la prehistoria, personas con nuevas ideas, capaces de facilitar la vida y hacer avanzar a la sociedad, han sido parte fundamental en el desarrollo de la humanidad, tanto en lo económico como en lo político, religioso, militar, etc; en definitiva, el emprendimiento es consustancial a la actividad del ser humano, porque la necesidad es la madre de la invención.
Desde el estallido de la crisis, en 2008, con la consiguiente quiebra de empresas y el aumento vertiginoso del desempleo, además del empeoramiento en las condiciones laborales de todo el escalafón productivo, desde el personal de base y auxiliar hasta los puestos directivos, el emprendimiento se ha vendido como la solución milagrosa a todas estas desgracias: “¡Emprende y líbrate de la crisis, escapa de los ERE´s, vive de tu pasión, prospera como emprendedor y conquista tu libertad financiera!”
Estos son algunos de los mensajes que se han propagado por los medios de comunicación y las redes sociales en los últimos nueve años, buscando convencernos de la conveniencia y beneficios de emprender, como si fuéramos los afortunados protagonistas de un cambio de paradigma, y así es, pero no es oro todo lo que reluce, tal y como expuse en este artículo:
Emprender es una bella pero desafiante empresa, tan satisfactoria como exigente, y demanda una vocación, determinación, y dedicación, que no está al alcance de todo el mundo.
Afortunadamente, la burbuja generada en torno al emprendimiento, alimentada por políticos oportunistas, gurús de emprendimiento irresponsables que lanzaron al público un sinfín de medias verdades sobre esta actividad, y toda clase de sujetos avispados cuyo lema es toma el dinero y corre… ha pinchado, poniendo las cosas en su lugar.
A partir de ahora, los pseudoemprendedores habrán de dedicarse a actividades más propicias para ellos, o disponerse a pagar el precio de esfuerzo y trabajo sobre sí mismos imprescindible para construir una personalidad inmune al desaliento, altamente automotivada, proactiva y resiliente, requisitos necesarios para emprender en serio y con éxito.
Los emprendedores serios y bien preparados, con un enfoque en resultados y una actitud de trabajo consistente en busca de la excelencia, tienen el campo un poco más libre para hacer realidad sus proyectos y aportar un verdadero valor a la sociedad, útil, práctico y para mucho tiempo.
Y la sociedad podrá distinguir con mayor facilidad a aquellos que, con buena fe, trabajan para dar lo mejor de sí mismos y ayudar a dar un paso más hacia adelante.
En definitiva, el emprendimiento sigue siendo imprescindible y altamente positivo para la sociedad, pero eso sí, emprendimiento serio y responsable, no moda superficial y pasajera, distorsionada por promesas fáciles de fama y fortuna que a nadie benefician más que a los timadores profesionales.
¿Cómo ser emprendedor y no morir en el intento, dejando una huella positiva e imborrable? Esta es una pregunta difícil, que puede tener más de una respuesta; algunos verdaderos emprendedores, que han tenido éxito en sus negocios, nos comparten la suya:
Manuel Marques Robles
Coach y Mentor del Camino del Héroe
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