¡Date los permisos de Superusuario!

 

Como recuperar el control de tu vida

 

En el artículo anterior, utilizando una metáfora sobre las diferencias en el rendimiento y resultados de los tres Sistemas Operativos más empleados en la informática doméstica, y complementándola con datos específicos de interés, te expliqué como funciona nuestra psique y cuáles son los desafíos a los que todos nos enfrentamos para conseguir que ésta trabaje eficientemente para apoyar el logro y consolidación de nuestros objetivos en primer lugar, y en última instancia el que podamos vivir obrando con verdadera libertad.
Aquí puedes leer el artículo:

¿Windows, Linux o Mac, con cuál gestionas tu personalidad?

 

Siguiendo con la metáfora expuesta anteriormente, la realidad en la que vivimos dentro de la programación colectiva nos relega al rol de usuario, o sea, la persona que utiliza una computadora tal y como le ha sido entregada, sin ninguna opción a su alcance para modificar, desinstalar, instalar aplicaciones o formatear el disco duro para instalar de nuevo el Sistema Operativo, el mismo pero con una instalación limpia, o uno diferente y más funcional y adecuado para realizar el trabajo asignado.
El SO instalado habitualmente de serie contiene como ya te expliqué puertas traseras que facilitan la modificación y utilización por terceros, generalmente malintencionados, de nuestro equipo sin contar con nuestro permiso.

 

 

Multitud de programas maliciosos o virus informáticos circulan por el World Wide Web -el inconsciente colectivo de la humanidad- infectando nuestra computadora/psique y causando problemas que se traducen en limitaciones o impedimentos a la hora de utilizar nuestro potencial como seres humanos, lo cual equivale a una baja o muy baja performance.

 

 

Estos procesos son recurrentes, y no solo eso, sino que los programas maliciosos limitantes tienen la particularidad -y la capacidad sobradamente demostrada- de reinstalarse al poco de haberse desinstalado, como los persistentes parásitos que son en realidad.
¿Qué podemos hacer para poner fin a esta situación tan frustrante como recurrente?
Solamente hay una acción que entra dentro de nuestras posibilidades para poner solución a esta espiral problemática y es pasar del rol de usuario al de Superusuario.

 

 

En SO, s como UNIX, del cual se derivan el 80% de los SO’s que corren hoy en día en computadoras, equipos y vehículos de toda las clases -MS Windows es parte del 20% restante- es posible acceder mediante una contraseña programada al nivel o rol de Superusuario, con todos los permisos necesarios para hacer modificaciones del sistema, incluyendo actualizaciones, desinstalación de aplicaciones obsoletas y/o problemáticas, y cancelación de permisos y cuentas de otros usuarios, entre otras.
La fórmula para llevarlo a cabo con éxito operando con la psique de nuestro vehículo humano es la siguiente:

 

Yo tengo el derecho/autoridad legítimos → Yo elijo→ Yo hago

 

(las acciones necesarias como Programador
para recuperar el control de mi ser humano)

 

Decláralo, afírmalo, y hazlo, sé consistente en tu papel durante al menos 40 a 66 días tal y como nos enseña la Neurociencia, y desde tu nuevo nivel como Programador controlarás el juego en el que estamos todos inmersos, pero ya no serás un simple personaje pasivo representando un guión programado y asignado de obligado cumplimiento, sino un Actor o Actriz con libertad de acción.

 

 

Al llegar a este punto de madurez y de ejercicio de tu responsabilidad para contigo mismo y el cumplimiento efectivo de tu Misión de Vida, puedes llevar a cabo la operación clave para liberarte definitivamente de tu mediocre y limitante servidumbre al sistema: Conectar tu computadora/psique al servidor de tu Ser Esencial, desde donde podrás descargar un Sistema Operativo y aplicaciones con código puro y limpio, libre de cualquier comando defectuoso o malicioso, instalando al mismo tiempo el firewall más poderoso y efectivo a tu disposición, y desconectando de una vez tu equipo de los servidores habituales, llenos de programas piratas y basura informática.
Este es el motivo, olvidado en nuestra profana sociedad, por el cual en las culturas de la antigüedad tantas personas procuraban cultivar la espiritualidad en su vida cotidiana -dentro de una práctica religiosa, filosófica o más puramente espiritual sana- porque les mantenía conectados a un servidor limpio y desde cual descargar código de toda confianza y nunca adulterado.

 

 

Te recuerdo una vez más esta poderosa frase que como insight recibí durante una sesión de trabajo especialmente provechosa que tuve hace tiempo:

 

“El capitán ha de estar siempre en el puente.
Cuando lo abandona otro viene y ocupa su lugar
alejando a la nave de su mejor rumbo.
El capitán es el alma.”

 

 

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Alejandro del Roble

Coach y Mentor del Camino del Héroe

 

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