Aficionados no, solo profesionales

 

10 diferencias entre emprender

como profesional o como aficionado

 

“Entrenamiento fácil, guerra difícil; entrenamiento difícil, guerra fácil.”

Legión Extranjera del ejército francés

 

La diferencia capital a la hora de emprender con éxito y consolidarlo en el tiempo radica en la profesionalidad con la que se lleva a término un proyecto de negocio o la ausencia de ésta, que conduce inevitablemente al fracaso.

 

 

Con frecuencia se pone demasiado corazón y muy poca cabeza a la hora de diseñar una idea de negocio, el producto y/o servicio que ha de ofrecer a su público meta, y la implementación de todo el proyecto para que éste alcance sus objetivos de calidad, satisfacción del cliente, compromiso de los socios y trabajadores, y balance equilibrado en las cuentas de la empresa.
El resultado es la construcción de un castillo en el aire, sin cimientos lo suficientemente firmes y sólidos como para garantizar un correcto desarrollo y consolidación del negocio, con una cadena de valor defectuosa, donde los engranajes fallan como los un motor mal diseñado que no puede cumplir con los requisitos de potencia y fiabilidad para impulsar el vehículo para el que ha sido construido.

 

 

Hay 3 áreas fundamentales a trabajar correctamente, imprescindibles a la hora de alcanzar unos objetivos mínimos de negocio para desarrollarlo y escalarlo con éxito:

 

  1. La persona (o personas) que lo inician y gestionan: Alineación del sistema de Valores y Creencias, sentimiento de merecimiento del éxito, eliminación del autosabotaje, adecuado nivel de compromiso, reconocimiento y satisfacción con la empresa, sano equilibrio entre lo personal y lo profesional, etc.
  2. El nicho de mercado y el cliente objetivo: Debidamente identificado junto con el conocimiento de las leyes del marketing para trabajar con él alcanzando los objetivos de ventas y satisfacción del cliente.
  3. El producto y/o servicio: Que ha de estar correcta y efectivamente alineado para resolver el problema del cliente al mismo tiempo que su implementación es factible para la empresa en relación a los recursos de ésta disponte.

 

Éstas son las tres patas sobre las cuales ha de apoyarse un negocio para prosperar y consolidarse en su nicho de mercado; desgraciadamente son muy pocas las empresas que cumplen satisfactoriamente con estos tres requisitos, lo cual inevitablemente pone en riesgo el éxito y en consecuencia la continuidad del negocio.
Para profundizar en este tema y ver todo su alcance lee el siguiente artículo:

Las 3 causas de por qué no tienes éxito

 

Veamos a continuación 10 diferencias fundamentales entre el planteamiento y ejecución de un proyecto de negocio llevado a cabo por un emprendedor con mentalidad profesional, y uno con mentalidad de aficionado o amateur, que a día de hoy sigue siendo lo más común.

 

Profesional:

1. Trabaja las 3 áreas fundamentales,
2. con enfoque, disciplina y certezas,
3. trabaja con Estrategia;
4. se prepara a fondo,
5. es metódico (utiliza su propio sistema o uno adaptado, siempre eficiente);
6. filtra la información que recibe,
7. para formarse en modo de aprendizaje constante;
8. pone el foco en el cliente y su satisfacción,
9. sin permitir la intromisión de su Ego;
10. es objetivo y trabaja con conocimiento e información útil y verificada.

 

Aficionado:

1. No trabaja las 3 áreas fundamentales (solo 1 o 2),
2. impulsándose únicamente desde la motivación o la esperanza,
3. y trabajando con Táctica, pero sin Estrategia;
4. improvisa siempre o casi siempre,
5. sin utilizar un método o sistema verificado y eficiente;
6. toma la información sin aplicar un criterio para trabajar únicamente con la que es útil y productiva,
7. despreciando el valor de la formación y actualización permanente;
8. pone el foco en su producto y/o servicio,
9. atendiendo a la satisfacción de su propio Ego;
10. es altamente subjetivo en sus apreciaciones y trabaja con conocimiento e información de dudosa veracidad y utilidad.

 

¡El éxito es el resultado de una cuidadosa preparación donde nada se deja al azar! Jamás es fruto de la improvisación sino de un trabajo realizado con profesionalidad; si estás pensando en emprender tu propio negocio, haz click en el siguiente link, lee, reflexiona y entonces toma la mejor decisión:

¡Espera! No emprendas todavía…

 

Un ejemplo histórico que ilustra claramente la disparidad entre la eficacia del profesional y la mediocridad en los resultados propia del aficionado -independientemente del entusiasmo e ilusión que éste le ponga- es el enfrentamiento entre las legiones romanas, formadas por soldados profesionales, y las tribus bárbaras del oeste y norte de Europa; a lo largo de los siglos que duró el resultado de la gran mayoría de las batallas fue una victoria romana, demostrando el valor de su entrenamiento, método de combate y disciplina, y de hecho las escasas derrotas habidas mientras conservaron su nivel de profesionalidad fueron debidas principalmente a un mal liderazgo de los comandantes al mando.

 

 

En el próximo artículo veremos la importancia de trabajar con un sistema o método eficiente, como requisito indispensable para alcanzar nuestros objetivos de negocio, ¡Sistematízate o muere como emprendedor!

 

Alejandro del Roble

Coach y Mentor del Camino del Héroe

 

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